Conocemos a Megumi Hazuki por Ojo-sama wa Oyome-sama, serie de 18 tomos que terminó este año. Después de este final, volvió al poco a las páginas de la revista Margaret en el n.º 13 con otra obra, Koi to Natsu Tsubaki.
Ocho entregas después, se despide en el n.º 19, recién salido en Japón.
El argumento nos hace pensar que esta autora quería hacer algo ligero
tras tantos años centrada en la historia de Towako y Yûga, además de que
tiene otra serie en curso en la Betsufure desde 2012.
El padre de Rinne está a cargo de un
templo budista. Su devoción es tal que los chicos vestidos con la túnica
de monje son objeto de su fetiche y su hombre ideal tiene que tener
todas las cualidades de Buda. Un día, Yura ingresa como novicio en su
templo y Rinne tiene un flechazo instantáneo. No obstante, tiene un gran
fallo: su frivolidad y superficialidad, prueba de las cuales son las
“chicas Yura”, su grupo de novias, que se lo rifan para cada día de la
semana e invitan a Rinne a unirse, que ya le buscarán un hueco en la
agenda.
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